By Rafael Castro 
Washington, D.C. —
Una nueva controversia mediática, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó duramente la elección del cantante puertorriqueño Bad Bunny como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026.
Durante una entrevista telefónica con el canal conservador Newsmax, Trump expresó su descontento y sorpresa ante la designación del popular intérprete urbano, asegurando que “nunca había oído hablar de él”.
La declaración surgió en respuesta a una pregunta del periodista Greg Kelly, quien mencionó los comentarios de Bad Bunny sobre el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), a los que el artista se ha referido críticamente en varias ocasiones
Trump, sin contener su molestia, cuestionó la decisión de la NFL de colocar a alguien “que no representa los valores estadounidenses” en un evento seguido por millones de personas en todo el mundo.
“No entiendo cómo la NFL puede elegir a alguien así. Nunca he oído hablar de él. Tal vez sea famoso en algún lugar, pero no aquí”, dijo Trump durante la conversación. “Deberían escoger a artistas que amen este país, no a los que lo critican”.
El comentario rápidamente se volvió viral en redes sociales, donde miles de usuarios reaccionaron dividiendo opiniones. Mientras los seguidores del exmandatario respaldaron su crítica, fanáticos del intérprete de Tití Me Preguntó y Monaco defendieron su trayectoria y destacaron su impacto global.
Bad Bunny, cuyo verdadero nombre es Benito Antonio Martínez Ocasio, aún no ha respondido públicamente a las declaraciones de Trump.
Sin embargo, varios artistas y figuras públicas del ámbito latino y estadounidense han salido en su defensa, subrayando el simbolismo de que un artista latino encabece el evento musical más visto en Estados Unidos.
No obstante, las declaraciones de Trump reflejan nuevamente su distancia con el mundo del entretenimiento y su retórica crítica hacia figuras públicas que cuestionan las políticas migratorias de su administración.
El Super Bowl 2026 se celebrará en el estadio Allegiant de Las Vegas, y según estimaciones preliminares, el espectáculo de medio tiempo protagonizado por Bad Bunny podría atraer una audiencia superior a los 120 millones de espectadores a nivel mundial.