By Rafael Castro 
Santo Domingo.–
La Serie Mundial 2025, que enfrenta a los Dodgers de Los Ángeles y los Azulejos de Toronto, contará con la presencia de solo tres peloteros dominicanos, la menor cantidad en los últimos nueve años. Aun así, cada uno de ellos representa con orgullo el talento y la pasión que la República Dominicana sigue aportando al béisbol de las Grandes Ligas.
Los protagonistas de esta edición son Vladimir Guerrero Jr. y Seranthony Domínguez, por los Azulejos, y Teoscar Hernández, por los Dodgers. Tres jugadores con caminos diferentes, pero unidos por un mismo objetivo: coronarse campeones del Clásico de Otoño.
Guerrero Jr., el rostro más reconocido del trío, llega a esta instancia como la pieza central de la ofensiva de Toronto. Su poder y madurez en el plato han sido determinantes para llevar a los Azulejos hasta su primera Serie Mundial desde 1993.
El hijo del legendario miembro del Salón de la Fama busca ahora escribir su propio capítulo dorado en la historia del béisbol canadiense.
Por su parte, Seranthony Domínguez, relevista derecho oriundo de Esperanza, ha sido uno de los brazos más confiables del bullpen azul.
Su recta explosiva y su temple en los momentos de presión le han permitido establecerse como un cerrador alterno clave en los playoffs, demostrando el valor de la escuela dominicana de lanzadores.
En el otro lado del diamante, Teoscar Hernández vuelve al escenario grande, pero ahora con el uniforme de los Dodgers. Tras una sólida campaña y varios años de experiencia en postemporada, el jardinero busca consolidar su legado con una actuación que combine poder, velocidad y liderazgo.
Aunque la presencia dominicana se ha reducido en comparación con años recientes —cuando hasta una decena de jugadores del país llegaron a coincidir en el Clásico de Otoño—, su impacto sigue siendo profundo. Desde las tribunas del Dodger Stadium hasta los hogares dominicanos, cada batazo, cada lanzamiento y cada celebración se viven con intensidad.
Más allá de los números, la participación de Guerrero Jr., Domínguez y Hernández reafirma la huella indeleble que la República Dominicana mantiene en el béisbol mundial. Tres hombres, tres historias y una bandera que ondea con orgullo en la Serie Mundial 2025.