EE.UU. congela recorte de vuelos en 6% tras reapertura del Gobierno y mejora en el personal de control aéreo

WASHINGTON, 13 de noviembre.

 En un giro que aporta un respiro temporal al congestionado sistema aéreo estadounidense, el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) y la Administración Federal de Aviación (FAA) anunciaron este miércoles que congelarán en un 6% el recorte de vuelos nacionales, y no en el 10% previsto para este viernes.

La decisión coincide con el fin del cierre gubernamental y una mejoría en la disponibilidad de controladores aéreos, que durante semanas laboraron sin recibir su salario.

El anuncio conjunto señala que, con la reapertura de las funciones federales, la FAA continuará “monitoreando los niveles de personal y revisando las tendencias clave” del sistema, un aspecto crítico tras más de un mes de tensiones operativas.

La semana pasada, las autoridades habían establecido un cronograma progresivo para reducir el volumen de vuelos en los 40 aeropuertos más transitados del país: un 4% desde el viernes anterior, 8% este jueves y un 10% a partir del 14 de noviembre. Sin embargo, los indicadores de dotación y rendimiento permitieron frenar esa escalada.

El administrador de la FAA, Bryan Bedford, aseguró que la disponibilidad de controladores aéreos está mejorando “rápidamente”, lo que permitió mantener la reducción en un 6% sin comprometer la seguridad del espacio aéreo.

“Continuaremos monitoreando el rendimiento del sistema hora por hora y no dudaremos en realizar ajustes adicionales si es necesario”, advirtió.

Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó que “el mensaje del presidente Trump se ha escuchado alto y claro: los controladores se reincorporarán rápidamente”. Duffy agregó que, cuando la FAA confirme que la seguridad operativa ha alcanzado niveles óptimos, se presentará un plan para restaurar la normalidad de las operaciones.

El cierre federal iniciado el 1 de octubre provocó que miles de controladores trabajaran sin recibir pagos, acentuando la escasez de personal en los centros de control aéreo de todo el país. Tanto la FAA como el DOT reconocieron un aumento de “las denuncias de tensión en el sistema” provenientes de controladores y pilotos.

A esta situación se sumaron factores como el mal tiempo y los recortes de movimientos aéreos impuestos desde Washington, que han generado en los últimos días una oleada de cancelaciones y retrasos, especialmente en aeropuertos de Nueva York, Chicago y Boston, entre los más afectados por la saturación.

La crisis también ha golpeado a las aerolíneas. El CEO de Delta Air Lines, Ed Bastian, admitió que los recortes ya se reflejan en los resultados del trimestre.
“Hemos tenido algo más de 2.000 cancelaciones. Es imposible recuperarlas en un trimestre. Así que, sí, ha habido un impacto”, declaró en una entrevista a Bloomberg Television.

Mientras el país busca retomar la estabilidad operativa, las autoridades mantienen la vigilancia continua sobre un sistema que, aunque en recuperación, aún enfrenta desafíos significativos tras semanas de presión extrema.

 

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